miércoles, 29 de febrero de 2012


INTRODUCCION:

El objetivo de la formación universitaria NO ES DAR RESPUESTAS SINO GENERAR PREGUNTAS para impulsar la búsqueda constante y las nuevas inquietudes.
Esta materia no es historia, tampoco su fin es hacer historia de la teoría, sino algo mucho más ambicioso, lograr la construcción de una teoría arquitectónica. No es objeto de esta materia una pretensión de conocimiento universal -que de por sí resulta inabarcable- sino por el contrario, reflexionar sistemáticamente sobre la estructura que incluye arquitectura y teoría; con sus características, proyecciones y significado.
Para poder interpretar dicha estructura y principalmente el significado con la mayor amplitud y profundidad posible, será necesario reflexionar sobre los diferentes contextos -histórico, intelectual, social, político, etc.- que sobre ellas influyen; obligando a confrontar las construcciones teóricas con dichos contextos.
La única manera de no caer en distorsiones conceptuales es a través de la crítica y el debate; en la búsqueda de inconsistencias -tanto en los fundamentos como en los hechos de la tesis contraria- es posible encontrar una regulación racional mutua y el juicio critico.
Nuestra razón práctica apunta a articular criterios que permitan comprobar si un conjunto de afirmaciones válidas y que tienen un carácter vinculante, es o no coherente. Lo cual supone un análisis de la relación que existe entre la teoría y aquello que denominamos realidad, ubicándonos en un plano reflexivo-práctico, o para decirlo en términos kantianos, lógico-trascendental; una reflexión sobre las reglas que el pensamiento va estableciendo en la práctica para construir y desarrollar teoría y reflejarla en la praxis.

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